Sergio Arias Leitón, Coordinador, Programa a la Excelencia

En el artículo anterior presenté una metáfora relacionada con la cosecha de naranjas de un árbol y el proceso de mejora continua; en este utilizaré otra metáfora similar para explicar el tema de innovación.

Esta metáfora la basé en mi aprendizaje del curso “Innovation Management: Level 3 Innovation Manager” impartido por Hitendra Patel del Innovation Management Institute y en el cual participé en setiembre del 2021.

Parte 2: innovación… las semillas

Como ya mencioné el uso de metáforas me ayuda mucho en mi proceso de aprendizaje y a compartir conocimientos adquiridos; por eso el hecho de tener interiorizada la metáfora del árbol de naranja y la mejora continua, hizo que al ver la metáfora de las semillas y la innovación fuera para mí legítimamente lo que Hitendra Patel, profesor del curso que estaba llevando, llama un “oh shit moment!!!”; es decir un momento de revelación inspirador en el que dices “claro eso es, dónde había estado esa explicación toda mi vida!”.

Siempre el tema de cuándo algo es innovación y cuándo es mejora continua ha sido una discusión interesante y quizá algo en lo que muchos no siempre se ponen de acuerdo. Para mí una forma de diferenciarlo ha sido decir que toda innovación conlleva una mejora, pero no toda mejora conlleva una innovación; es decir uno puede mejorar algo; incluso de forma incremental o continua y no necesariamente está siendo innovador o lo que está haciendo no es del todo novedoso. Creo que es una forma fácil y sencilla de entender esa diferencia.

Cuando Hitendra expuso la metáfora de las semillas y la innovación; inmediatamente hizo sentido para mí pues básicamente lo que indica esa metáfora es que la innovación se trata de identificar oportunidades y transformarlas en ideas, esas son las semillas, las cuales se puedan convertir en proyectos que, al implementarse y llevarse a la práctica, lo cual es el proceso de germinación de las semillas y crecimiento y floración del árbol, se convertirán en innovaciones, las cuales en la metáfora serían la cosecha o los frutos del árbol proveniente de las semillas que se plantaron originalmente. Realmente me pareció algo muy claro y sencillo de entender.

Algunas consideraciones interesantes que ayudan a complementar esta metáfora serían las siguientes:

La selección de las semillas es clave… no es solo sembrar una semilla cualquiera, hay que saber cuál es la semilla que va a funcionar mejor en el terreno que vamos a sembrar. En innovación son muy importantes los procesos de vigilancia comercial, tecnológica y estratégica que nos permiten identificar las oportunidades y necesidades del entorno para generar las ideas innovadoras, las cuales habrá que evaluar cuidadosamente para saber las posibilidades de éxito futuro que tendrán. En síntesis, es importante que tengamos claro que tipo de semillas sembrar para tener las mejores cosechas a futuro.
El solo hecho de plantar la semilla no garantiza la cosecha… hay riesgos al plantar una semilla, pueden haber insectos, nemátodos, hongos o incluso puede que el terreno en el que la plantemos no sea tan bueno como pensábamos y le falten nutrientes que ayuden a la semilla a germinar y crecer. En la innovación también hay riesgos, los cuales hay que evaluar cuidadosamente para entenderlos y definir acciones que ayuden a mitigarlos de manera que las ideas puedan progresar. En cualquier caso, el riesgo de no plantar las semillas requeridas para el futuro puede ser tanto o más grande que plantarlas, por lo que hay que tener esto en cuenta.
Los cuidados post cultivo son necesarios para cosechar… se tiene que ser paciente, cuidadoso y persistente para lograr que el proceso de crecimiento de la planta sea el deseado, habrá que abonar, regar, deshierbar para que las semillas que sembramos crezcan y logremos tener el árbol y los frutos que tanto deseamos. En la innovación pasa algo similar a nivel del manejo de los proyectos innovadores a los cuales habrá que asignarles recursos, darles seguimiento, medir avances, incorporar aprendizajes y hacer los cambios y ajustes necesarios para lograr que sean exitosos.
Puede ser importante la combinación de cultivos… a veces tener un solo tipo de cultivo puede ser riesgoso y es recomendable complementar con otro tipo de semillas que ayuden a que los resultados finales de la cosecha puedan ser mejores. En innovación es clave tener un enfoque de administración de portafolio de proyectos innovadores, con el fin de diversificar y minimizar el riesgo. La administración del portafolio permite tener la posibilidad de programar los proyectos acelerando o desacelerando algunos según convenga e incluso teniendo algunos proyectos a mano en caso de que algunos no logren implementarse o el éxito esperado no sea alcanzado. Poniendo otra metáfora en este caso… no hay que poner todos los huevos en una misma canasta.
Hay que sacarle provecho a la cosecha… una vez que se ha logrado la cosecha hay que seguir cuidando el árbol para que siga dando frutos y para que cada cosecha sea mejor durante su ciclo de vida. En este punto puede ser importante la conexión entre la innovación y la mejora continua de manera que una vez que ya la innovación está implementada se pueden aplicar las herramientas de mejora continua para lograr obtener mejores resultados y sacarles todo el jugo posible a las frutas cosechadas.

Con ese último punto hago enlace con la primera parte de este artículo, de manera que se conectan las semillas con la cosecha de naranjas… la innovación con la mejora continua.

Como se observa en el diagrama el ciclo de innovación va a generar cosas nuevas e innovadoras que generarán valor para la empresa, esos serán nuestros árboles.

Esos árboles, que pueden ser nuevos modelos de negocio, nuevos productos o servicios o nuevos procesos, tendrán un ciclo de vida durante el cual deberemos maximizar la cosecha de valor que de ellos obtendremos y para ello será útil el uso de herramientas de mejora continua de diversos niveles: básicas (agacharse y juntar las naranjas del suelo), efectivas (agarrar las naranjas que están a nuestro alcance al estar de pie), maduras (incorporar una herramienta simple como una varilla), avanzadas (el uso de una escalera) y de clase mundial (innovar con una herramienta diferente que permita obtener mejores resultados como podría ser la aplicación de mecanización en el proceso de recolección de la fruta).

Sean naranjas, manzanas, mandarinas o jocotes lo que usted quiera plantar espero que estas metáforas sean de utilidad y que al final logre sacarle todo el jugo a su cosecha.